domingo, 28 de noviembre de 2010

CUANTO PEOR.....¿MEJOR?

Aunque ya el comentario puede resultar tardío, no puedo resistir la tentación de referirme a las declaraciones del Portavoz del Partido Popular, González Pons, del pasado miércoles. Cuando los "mercados" acaban de cosechar un nueva pieza y ponen proa hacia la Península, no se le ocurre a nadie salvo a algún "patriota" como éste sembrar dudas para erosionar aún más la posición de España. Cuando está claro que España no es Grecia ni tampoco ese alumno ejemplar del liberalismo que ha sido Irlanda, pero que a los "mercados" les importa relativamente poco, si son capaces de que el contagio de la falta de confianza de los inversores, junto a sus propias tácticas especulativas, les permita cazar una pieza mayor, no parece decente decir que, como "este gobierno miente", puede que también "mienta" respecto a la situación económica real, como hizo Grecia y, al parecer, también Irlanda. Que las consecuencias de ello sean que la Deuda española cotice a la baja, que tengamos -los españoles y no ZP- que pagar más y que en años venideros los Presupuestos del Estado -y no los de este gobierno, sino de gobiernos sucesivos, que pueden tener otro color político- tengan que aumentar la partida destinada al pago de los intereses de la Deuda, en detrimento de otros gastos, no parece preocuparle a ese "patriota" ni, al parecer, a sus superiores, que no le han desautorizado. Lo importante es que ello deteriora al actual Gobierno. Hay que conseguir, sin importar su coste, que este gobierno se hunda, aunque para ello haya que hundir España. Hay que llegar a la Moncloa y, según parece, la receta para conseguirlo es ese "cuanto peor, mejor (sin interrogantes)", que da título a la entrada de hoy. La verdad,-lo confieso-, es que no llego a comprender que alguien quiera recibir en herencia un país en ruinas,-aunque luego se justificará diciendo que la culpa es de quienes les precedieron-, donde proliferarán las huelgas generales -la crisis social- y se acentuará la crisis política -de las instituciones democráticas. Pero está claro que la Derecha española tiene otra manera de entender las cosas. Siete años fuera del gobierno de España -aunque conservando buena parte del poder local y autonómico- resulta demasiado duro cuando se cree que les corresponde por "derecho divino" y esperaban que el 15-M de 2004 las urnas iban a revalidar el "dedazo" de Aznar. Ya no pueden esperar más. Ya no están dispuestos a que una mejora de la situación económica, por pequeña e improbable que sea, pueda -como esas bombas de los trenes de Atocha- frustrar su sueño a última hora. Si los "mercados" pueden hundirnos, obligar a los españoles a pasar aún por mayores dificultades, recortar más las prestaciones sociales, pagar más impuestos,.."benditos sean", pues ganaran ellos las próximas elecciones, que es lo único importante. Después,.. Dios dirá. En realidad su pensamiento no difiere mucho del de las Derechas de los años treinta. En Alemania y otros lugares, lo importante era que los muchachos de las camisas pardas -o de otros colores- les hicieran el trabajo sucio de acabar con huelguistas, comunistas y socialistas. Luego, cuando era tarde, se dieron cuenta de que quienes acabaron quedandose con el poder, olvidándose de los que les auparon, fueron aquellos bravos muchachos. Aquí, en España, lo importante era acabar con la República y no importaba que, si fuera preciso, hubiera que matar a media España, recurriendo a un golpe militar, cuyo fracaso degeneró en una guerra. Luego los militares victoriosos se olvidaron de buena parte de aquella derecha -ese Jefe Gil-Robles y tantos más- que les animó. Ahora, felizmente, de forma menos cruenta -esperemos que por mucho tiempo-, se busca el apoyo de "los mercados", y se les apoya en su actividad depravadora. No creo que los empresarios -normalmente partidarios de los gobiernos de derechas- les comprendan. Pero las clases populares, los que están sufriendo la crisis de forma más acusada, son las que van a darles el triunfo, porque aunque no les den su voto se abstendrán, para castigar a los socialistas por adoptar medidas impuestas por "los mercados", con lo que les bastarán los votos de su clientela habitual. Así que "lo mejor" es que todo se ponga peor y se adopten nuevas medidas más impopulares, como les ocurre ahora a los irlandeses, después del "rescate" que hoy se discute en Bruselas entre los Ministros de Finanzas de la Unión Europea. Que también está en peligro.
Mientras, la crisis social sigue dando señales de que se agudiza en todas partes. Esta semana nos volvió a ofrecer imágenes de "jóvenes universitarios" airados, enfrentándose a la policía londinense, huelga general en Portugal, nuevos disturbios en Grecia,.... Y aquí los sindicatos pensando en movilizaciones que no harán sino debilitar aún más a nuestro gobierno y a nuestra economía y en facilitar la llegada de otros que, desde luego, no serán más respetuosos con los "derechos adquiridos" de los trabajadores, no harán leyes laborales ni reformas de las pensiones mejores, a juicio de los sindicatos, que las que ahora merecen su rechazo. Luego, cuando sea tarde, nos quejaremos, todavía más,...

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