sábado, 20 de noviembre de 2010

RACISMO

En mi última entrada, hace una semana, ya os comentaba ya propuesta de la candidata del PP a la Presidencia de la Generalitat de Cataluña como un signo de la xenofobia que nos invade -también aquí, y no sólo en países europeos, a los que me he referido en otras ocasiones. Me refería a esa propuesta de expulsar a los emigrantes sin trabajo. No muy distinta a la del Presidente francés respecto a los gitanos rumanos. Aunque, como la propuesta, al parecer, se limita a los no-comunitarios ("moros" y subsaharianos), no habría protestas de la Unión Europea; ningún Comisario Europeo diría que ésto se parece demasiado -aunque es verdad que es una inaceptable exageración- con lo ocurrido con los judios en Alemania. Pero el sintoma de que ésto se parece cada vez más a los años treinta -que es mi tesis compartida con muchos - está ahí. Y para corraborarlo, como un paso significativo más, tenemos ese video- juego de la campaña electoral en la que Alicia, sobre una gaviota, se dedica a eliminar, lanzando bombillas, a nacionalistas e inmigrantes ilegales. Ahora dicen que fue un error del productor del video y que donde dice "emigrantes" debía decir "máfias", aunque, en este caso resulta dificil pensar que las hay "ilegales" y de otro tipo, como ha dicho algún comentarista. ¿Os creeís la disculpa? Y aunque sea a "bombillazos" (ideas, explica), no parece que sea muy didáctico el jueguecito para condicionar el comportamiento de los ciudadanos, salvo en el de fomentar los sentimientos racistas que despierta una crisis en amplias capas de la población; porque siempre hay que encontrar un chivo expiatorio, y no el causante real, y si para los alemanes de la República de Weimar lo era el "financiero judío", la "judiísima América", a la que vinculaban a los pobres comerciantes judios que tenían como vecinos, cuyas lunas de los escaparates había que romper, ahora lo es el inmigrante, por haber llegado en número excesivo, acudiéndo a la llamada del "boom" -en nuestro caso, de la construcción-, cuando a los empresarios les venía muy bien contar con un ejercito de mano de obra barata y a la Seguridad Social con nuevos cotizantes con los que hacer frente al envejecimiento de la población. Pero ahora sobran. En nuestro caso, como hay cuatro millones y medio, o algo más, de emigrantes, y prácticamente igual cifra de parados, a algunos les parece claro que si regresan a sus países -en patera o a nado- aquí se acaba el paro. Además, hay mucho musúlman. Son invasores. Nos van a hacer perder nuestra identidad "cristiana". Aunque yo entendia -entiendo- que el Cristianismo era, sobre todo, ese "amarás a tu projimo", que era uno de los dos mandamientos en que resume Jesús el antiguo Decálogo , y que entre las bienaventuranzas figura la de "acoger al peregino, vestir al desnudo, dar de beber al sediento,...". Pero eso, según parece, no forma parte de nuestra identidad cristiana, como tampoco lo es para el Presidente Sarkozy lo de "tierra de acogida" de la identidad francesa.
He estado con franceses, holandeses, belgas, suecos,...y amigos de otras nacionalidades europeas el pasado fin de semana y los primeros días de ésta que ahora termina. Comparten conmigo mis temores a la creciente xenofobia de nuestra sociedad, al calor de la crisis. Aquí no tenemos partidos abiertamente xenófobos como en Holanda o Suecia, porque al igual que en la Italia de Berlusconi aquí la Derecha los tiene integrados en ella, como demuestra la campaña catalana. La Derecha y alguna presunta izquierda, como ERC. Las declaraciones del lider independentista son también de antológia. Y rezuman racismo. Pero, no quiero insistir en lo que pasa entre nosotros sino en el fenómeno europeo y señalar que ya hay quienes señalan que los musulmanes (¿de cualquier raza?) son inferiores a nosotros. Un antiguo banquero, Thilo Sarrazin, ha vendido en su país natal, Alemania, más de un millón de ejemplares de un libro en el que se afirma que los inmigrantes musulmanes son social, cultural e intelectualmente a la mayoría de la población."Los hechos que recojo y analizo- afirma- son incuestionables". El hecho cierto es que esta identificación del chivo espiatorio con una religión y la vinculación del fracaso y la inferioridad con una determinada creencia supone el fin del discurso sobre la integración en Alemania. Angela Merkel dice compartir algunas ideas del libro de Sarrazin.Un libro que pone negro sobre blanco lo que muchos piensan ya y comentan con sus amigos y conocidos. Probablemente también entre nosotros.

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