lunes, 24 de enero de 2011

LA ESPAÑA PLURAL

La España de las Autonomías volvió a estar de rabiosa actualidad en los últimos días.
Mientras siguen los ataques desde la Derecha al Estado "cuasi-federal" que nos dimos con la Constitución del 78, calificandolo de economicamente inviable, -Aznar dixit- ,vuelven a las andadas los partidarios de la autonomia plena sólo para unos pocos; concretamente, para las mal llamadas "nacionalidades históricas"; las que accedieron a la autonomia por la via rapida del articulo 151.
Si en lugar de diecisiete las Comunidades Autonomas fueran sólo diez - o mejor, tres-, desaparecerian, dicen, las disfunciones que sin duda tiene el Estado descentralizado; seria mas barato y viable; ... y,  además, ello representaría el reconocimiento de que no todos los pueblos de España son iguales; no todos, al parecer, tienen un "hecho diferencial", que les debe ser reconocido y recompensado con "más autonomía", como ya pedía el President Pujol ante la perspectiva de que las comunidades que accedieron por la vía lenta del articulo 143 llegaran a igualarse, en términos competenciales, con las "nacionalidades" del articulo 151.
Un discurso fácil de vender en épocas de crisis. Al igual que el demagógico ataque que también se ha producido en estos días a la utilización de las distintas lenguas ESPAÑOLAS en el Senado, porque, dicen, es "muy caro" y  resulta "ridículo" que nuestros senadores tengan que ponerse un "pinganilo" en la oreja cuando todos conocen un idioma común. Parece que lo simbólico, en la cámara de representación territorial, donde deberían reflejarse los distintos pueblos de España, no tiene importancia alguna.Si mi lengua materna fuese otra que el Castellano creo que me sentiría mejor representado al escucharla en sede parlamentaria por mis representantes.
Que el Estado de las Autonomías presenta disfunciones; que puede haber, y hay, duplicación de funciones en las distintas administraciones, que deben eliminarse; que faltan, sobretodo , órganos de coordinación y cooperación, imprescindibles en un Estado descentralizado, es evidente, comenzando con un Senado que no cumple la misión que constitucionalmente le corresponde, limitandose a ser una camara de "segunda lectura" ; ...pero ello no debe significar ni reducir el Estado de las Autonomías -descafeinar ese "cafe para todos" que no agradó a los nacionalistas-, ni, como piden éstos, volver a un modelo asimétrico, como el inicial, aunque -eso sí, naturalmente- respetando lo avanzado desde entonces, aunque sólo para Cataluña, Pais Vasco y Galicia. Los demás, con una mera descentralización administrativa deberían conformarse,...por algo, señalan, por tener no tienen ni "lengua propia". El federalismo asimétrico no es federalismo. Es un simple primer paso hacia un Estado Confederal, formado por las tres "nacionalidades" y "España" -es decir, el "resto"-. Como " Confederal" es un sistema de financiación como el de los territorios vascos y Navarra, que es lo que busca, al parecer, el President Mas; unos " cupos" para contribuir a financiar los servicios comunes del Estado y una Hacienda propia para todo demás; algo que, generalizado, si haría absolutamente inviable al Estado.
Para la Derecha, que me imagino no comulga con estos planteamientos, salvo, quizás, en que diecisiete comunidades son demasiadas - olvidando la parte de culpa que tuvieron en esta proliferación los caciques locales-, de lo que se trata es de disminuir el actual grado de autonomía de que disfrutan todas. Seria más barato y habría " Más España ", como pedía ABC. Aunque es difícil -ni siquiera si logran mayoría suficiente- que lo aborden. En Sevilla ya no han repetido lo de la inviabilidad. Y si hace falta -si necesitan votos nacionalistas para la investidura - no hay duda de que cambiarán de nuevo el "Pujol, enano, habla castellano" por la utilización del catalán en la intimidad. De lo que nos alegraremos.
De Sevilla, de esa " Sed de Cambio" que, segun dicen, tiene España, hemos sacado poco en claro, salvo de la indiscutible sed que tienen de poder. Ni una palabra sobre lo que, en políticas concretas frente a la crisis, representa ese cambio. No hay que descubrir que los recortes sociales serán mayores. Pero las encuestas siguen viento en popa y aunque, ni siquiera ellos se fíen de su líder, todo indica que Rajoy será Presidente, y ya lo celebran, sin esperar a las urnas.

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