¿BROTES VERDES?

Utilizo la expresión empleada hace ya varios meses por la Vice-Presidente Salgado -entonces, lamentablemente, no corroborada por los hechos- para titular esta nueva entrada, al socaire de los últimos acontecimientos económicos, mas esperanzadores.
Cabe destacar, en primer lugar, el comportamiento del "mercado" en relación con los títulos de nuestra Deuda, ya que el Reino de España logro colocar tres mil millones; la disminución de la presión sobre Portugal, aunque aún siga en la mirada de los especuladores; y las decisiones adoptadas en la Union Europea en relación con el apoyo a las economías en dificultades. Acontecimientos, todos ellos, íntimamente relacionados entre sí, a los que hay que añadir la constatación de que la "locomotora" alemana vuelve a estar en condiciones de "tirar del carro", y susceptible, por tanto, de contagiar positivamente a otras economías europeas. Puede -y ojalá así sea- que los " brotes verdes"  se hagan realidad esta primavera.
Parece, además, que se aleja la perspectiva de una insensata nueva huelga general, que a nada conduciría, salvo a debilitarnos aún más frente a los ¨"mercados", a cambio de un simple desahogo sindicalista respecto al natural "cabreo" frente a la politíca que éstos -y la Unión Europea- nos vienen imponiendo. Aunque todavía no hay acuerdo sobre la edad de jubilación -los famosos 67 años-, las conversaciones Gobierno-Centrales sindicales, con el anuncio de una cierta flexibilizacion respecto a esa cifra -que no tiene por qué ser igual para todos-, y la inclusión de este controvertido tema dentro de una negociación mas amplia, incluyendo el Reglamento de la Reforma Laboral, parece diluir esa amenaza, al menos con carácter  inmediato. Vuelve asi un clima favorable al acuerdo entre el Gobierno y los agentes sociales. La paz social, que en alguna de mis entradas precedentes apuntaba pudiera haberse terminado, vuelve, felizmente, a ser un activo de nuestra economía. El Dialogo Social, a tres bandas, comenzó con una reunión, ayer.
 Solo nos falta ahora que la Oposición se comportase ahora como debería haberlo hecho desde que se inició la crisis; es decir, como leal oposición; pero eso parece más difícil. Colaborar en la política de reformas - en lugar de decir siempre que "no" a todo; incluso a medidas que ellos antes propiciaron- y contribuir así a crear el clima de confianza necesario para la recuperación, es difícil que se convierta en la nueva pauta de comportamiento del PP, tras los buenos resultados, según apuntan las encuestas, que les ha dado la política seguida hasta ahora. Las "patrióticas" declaraciones del ex-Presidente Aznar, señalando que España ya es un pais intervenido "de hecho", ayudan poco a "tranquilizar" a los mercados; sobre todo para que éstos no exijan una remuneración mayor por nuestra Deuda. No importa que ese mayor coste haya que pagarlo por todos, cuando, probablemente, el PP ya esté en Moncloa. Pero ello sigue siendo menos importante que asegurarse de que la recuperación no llegue a tiempo y que la derrota socialista sea apabullante. Luego, con decir que todo es herencia de ZP, piensan que está arreglado. Y si, mientras llegan las elecciones generales, el PSOE ha hecho el trabajo sucio de las reformas,sin tener que "mojarse", tanto mejor.
A lo mejor se equivocan con esta política inhibicionista y si, a pesar de su falta de cooperación, las cosas mejoran, puede que no logren esa mayoría absoluta con la que sueñan para poder hacer no sólo una política "neocon" que reduzca el Estado del Bienestar a la mínima expresión, sino también para "hacer más España", reduciendo competencias de las Comunidades Autónomas, -como pedía también Aznar en sus ultimas declaraciones-, ya que, según nuestra Derecha, el Estado de las Autonomías no es sostenible económicamente. Mejor les parece, sin duda, el viejo Estado centralista. Siempre fueron "jacobinos".  Aunque también puedesuceder que si, para gobernar, vuelven a necesitar los votos nacionalistas, como en el noventa y seis, no dudo que ese animo jacobino lo dejen aparcado y "vuelvan a hablar catalán en la intimidad".
Aunque no ha llegado aún la hora de tirar cohetes por el fin de ETA, es evidente que éste está cada vez áas cerca. El último comunicado de esa jauría residual de lobos ( y pido perdón por comparar a esos cánidos con estos desalmados)  no responde a lo que querríamos escuchar la inmensa mayoría de los españoles, ni tampoco a lo que esperaba y deseaba la llamada Izquierda Abertzale y, seguramente, muchos presos etarras que hoy son disidentes. Quienes estamos hartos de tanto asesinato durante tanto tiempo sólo queremos ese comunicado definitivo de la disolución de la banda, admitiendo el sinsentido de su actuación criminal. Los "abertzales", convencidos, por fin, de la inutilidad de la "lucha armada"y de que ETA sobra -pues ya no favorece sus objetivos independentistas-, quieren volver cuanto antes a las instituciones vascas por la única vía razonable - las urnas-, que ahora impide la pervivencia de esos terroristas que, durante tanto tiempo, han aceptado como "libertadores", apoyándolos y apoyándose en ellos. Los presos aún piensan que con la paz será posible que la Democrácia acabe siendo benévola y no les deje pudrirse en la cárcel, como se merecen por su sanguinaria trayectoria.
Veremos que nos deparan los acontecimientos en próximas fechas. De momento, más vale un poco de esperanza.