lunes, 7 de febrero de 2011

BUENAS NOTICIAS

Lamento no haber acudido a mi cita semanal, sobre todo cuando, como reza el titulo de esta entrada, las noticias a comentar son BUENAS. Salvo, me imagino, para los partidarios del "cuanto peor, mejor"...., aunque es cierto que eso es así para determinados intereses.
Entre las buenas noticias debe destacarse el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y los interlocutores sociales -sindicatos y patronal- en torno a la reforma de las pensiones; abierto, ademas, a otras reformas que deben abordarse con carácter inmediato, como condición necesaria, aunque no suficiente, para salir de la crisis. El paro, como lamentablemente se encargaba de recordar la EPA el mismo dia en que se formalizaba la firma del pacto social, seguirá siendo nuestro gran problema durante bastante tiempo y el obstáculo para que no pueda afirmarse que llego la recuperación. Todos estamos de acuerdo que la creación de puestos de trabajo es lo que nos sacara efectivamente de la crisis-Rajoy dixit, aunque sin concretarnos "como"-, pero el pacto social no deja por ello de ser una excelente noticia. Sin paz social difícilmente se puede pensar en la creación de puestos de trabajo. Se agudizaría su destrucción. Pero sigue sin ser fácil sustituir esos dos millones de empleos que se volatilizaron con la explosión de la burbuja inmobiliaria, al dejarse se construir esas seiscientas o setecientas mil viviendas que se construyeron en exceso al calor de la especulación con el ladrillo - cada vivienda construida representa alrededor estrés puestos de trabajo-, que no creo pueda atribuirse en exclusividad a una mala gestión del actual gobierno, sino también, y en mayor medida, a aquel que, al parecer, demostró la eficacia de las recetas económicas de la Derecha. En cualquier caso, como digo, al alejarse la perspectiva de la confrontación social, estamos mas cerca de poder salir de la crisis, si somos capaces de proseguir el camino de las reformas imprescindibles para perfilar un nuevo modelo de crecimiento.
No llego a entender muy bien el rechazo al acuerdo alcanzado sobre las pensiones, que quienes lo rechazan reconocen ser imprescindible. Es posible que a muchos no guste eso de jubilarse mas tarde, tener que cotizar durante mas tiempo para cobrar la pensión, o calcular esta sobre la base de un numero mayor de años, pero garantizar un sistema publico de pensiones es mucho mas importante que mantener intactos presuntos derechos adquiridos que la demografía hace insostenibles-incluso aunque hubiera pleno empleo, y no cuatro millones y medio de parados.
La de hoy -el anuncio de la nueva Batasuna de su rechazo a toda violencia, ETA incluida- también es una buena noticia, mal que les pese a aquellos, como el señor Mayor Oreja o la señora Agurre, que se manifestaron el sábado en Madrid, que parecen preferir que el terror que segó la vida de tantos inocentes -entre ellos, los de muchos familiares de los presentes en esa manifestación- no acabe nunca, porque esta muy bien eso de pedir la derrota sin paliativos de los asesinos, pero eso-aunque ahora parezca mas cerca-se viene buscando desde hace ya cuatro décadas. No es mala noticia que, al menos, quienes hasta ahora no condenaban la violencia y "comprendían" a los asesinos, reconozcan que no hay otra vía para sus aspiraciones independentistas que la de las urnas y que para ello ETA y su violencia asesina constituye un obstáculo insalvable, que hay que superar. Y aunque cabe no nos fiemos del todo de esa nueva Batasuna, con las caras de siempre, bienvenida sea a la confrontación electoral, si de verdad cumple los requisitos que impone la ley de Partidos. Ser estrictos en la exigencia de que cumplan con la legalidad en vigor es distinto a impedir poco democráticamente, como piden algunos, que puedan presentarse, sobre la base de su comportamiento en el pasado. El Estado de Derecho tiene que aplicar la ley, pero no puede discriminar a nadie a la hora de aplicarla.

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